Uno de los grandes aprendizajes que nos dejó la Pandemia es cómo ser dinámicos, flexibles y adaptables a la hora de realocar nuestros talentos según las necesidades de la organización.
Sabemos que las organizaciones están lidiando con cómo hacer que los equipos híbridos funcionen mejor, qué nuevas habilidades se necesitan y cómo será la fuerza laboral del futuro de manera más amplia. A su vez existe el desafío de cómo implementar el talento en las oportunidades de mayor valor dentro de una organización. El tema de talentos ha sido durante mucho tiempo un tema central de discusión en las organizaciones, la famosa frase de cómo atraer y retener, así como también el desarrollo de estos, si antes era un sello ahora debe ser un DEBER en cada compañía.
Hoy queremos hacer hincapié en este artículo en cómo ayudar a las organizaciones a trabajar con esta adaptabilidad utilizando las habilidades y capacidades existentes dentro de la organización.
De acuerdo con los diferentes artículos e investigaciones leídas hemos visto que en muchas empresas están trabajando con un modelo parecido al de las empresas de consultoría, a modo de piloto. Este modelo implica tener recursos con ciertas habilidades, alocados en un área de pool de talentos y son destinados a trabajar en proyectos inter áreas de acuerdo a sus fortalezas. Según un estudio de Mc. Kinsey esta forma de operar es como una especie de piloto en el cual, el líder de estos grupos de recursos empareja y despliega a los trabajadores en tareas o proyectos en función de las áreas de trabajo de mayor prioridad para la organización y la combinación de habilidades necesarias para completarlas.
En las consultoras esto funciona de manera excelente ya que alocas tus talentos en función del entorno cambiante, y más necesario de los clientes. Esta práctica llevada a las organizaciones hace que el talento a su vez pueda tener más de un proyecto asignado, asumiendo diferentes roles en función del desafío. Según este estudio de Mc Kinsey, cambiar esta forma de trabajo requiere cierta flexibilidad en la mentalidad de los líderes, procesos de trabajo diferentes.
Desde nuestra mirada en Kitegroup sabemos que esta nueva forma de trabajar implica cambios en la manera que se manejan los sistemas de talentos, cambios de cultura y sobre todo implica un liderazgo más adaptativo, en el cual se requiere un líder que pueda tener una forma de trabajo más flexible, más horizontal, que trabaje de mejor forma las asignaciones de recursos en función de desarrollar más los talentos y no en centrar su mirada en su equipo, sino que en la organización.
Este modelo en algunas organizaciones que lo implementaron tiene el rol de Gerente de recursos estratégicos” quien es responsable de asegurar que el grupo tenga las habilidades y experiencia requeridas por la organización. El rol incluye la planificación, el aprendizaje y el desarrollo de la fuerza laboral y la planificación de la sucesión. De esta manera esta persona está leyendo de forma constante cuales son las necesidades de la organización, qué recursos se necesitan, quiénes tienen desarrolladas las habilidades y rápidamente son asignados a los proyectos, o clientes necesarios.
Desde nuestra mirada en Kitegroup, las organizaciones tienen que dar un paso adelante más evolucionado respecto a cómo manejar a sus talentos, no basta solamente una mirada de generar discusiones de las personas en torno a los cuadrantes de talentos y planes de sucesión. Sabemos que muchas organizaciones invierten horas y horas y recursos en las famosas discusiones de calibración, y SI bien esa mirada permite tener conversaciones de desarrollo, creemos que hay que dar un paso más y preguntarse si hoy se está sacando el máximo de los talentos y habilidades que existen en la organización?, ¿Dónde y en quienes tienen las habilidades del futuro?, ¿estoy desarrollando mi talento para los desafíos de hoy y mañana?,
Considerar en qué áreas, ¿para qué funciones y proyectos necesito ciertas habilidades específicas, que puedo quizás tener dentro de la organización y no necesito salir a buscar al mercado? Como dice el estudio de McKinsey “La implementación flexible no es adecuada para todos los tipos de trabajo; un equipo fijo, por ejemplo, tiene más sentido para trabajos que involucran tareas altamente repetibles”.
Sabemos que esta nueva modalidad de trabajo llegó para quedarse, y las áreas de Talento/Recursos Humanos tienen que adaptarse esta nueva forma de trabajo.
Trabajar con grupos de talentos implican cambios en la forma de organizarse en el día a día, desarrollar a los líderes, en People Management, coaching, y en saber priorizar bien el trabajo de cada empleado. Hoy más que nunca la matriz de lo urgente e importante cobra una gran relevancia si se quiere en las organizaciones desarrollar formas nuevas de trabajo.
Escrito por Daniela Araya
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